Cinco negros se corren dentro de mi culo

Esta semana se me han corrido cinco negros dentro del culo. A uno de ellos, el más fuerte y pollón, el macho alfa, le dejé que me preñara. Los otros cuatro vaciaron dentro de mí con goma. Pero vamos por partes.

Una ciudad del noroeste de Estados Unidos. Un hotel en el barrio gay de la ciudad que parece un burdel. El cuerpo me pide marcha. Ir a EEUU y que no te folle un afroamericano es como ir a París y no ver la torre Eiffel. Es un "must", es lo mejor que te puede pasar. Son tan atractivos y tan potentes que es una actividad obligada.

Unos días antes ya había quedado con uno en otro hotel; un tío de 36 años, rapado, grandote, de brazos musculados pero con barriga y culaco. Dios qué culaco. Vino con sudadera con capucha y andares de chico de barrio, que cuando lo vi entrar no sabía si iba a follarme o a rapearme. Apenas me pudo follar, porque no se le terminaba de poner dura (por las prisas según él), así que le estuve mamando y él a mí comiendo el culo y metiéndome sus dedos hasta que se nos hizo tarde. Me dijo de quedar al día siguiente pero no fue posible, así que recurrí al plan B y me quedé en el hotel a cuatro patas poniendo el culo para los tíos que me iba seleccionando otro chico de Grindr. Yo no sabía ni cómo eran hasta que golpeaban a la puerta y luego les abría y me dejaba hacer. La verdad es que ninguno era nada memorable.

Total, que me había quedado con la espinita clavada, así que unos días más tarde y en el hotel que os digo, empecé a hablar por Grindr con la primera BBC (Big Black Cock) de la noche.

1º) Will: 30 años. Cuerpo perfecto, fibrado y musculado en su justa medida. Culo de escándalo, de esos redondos y respingones. Cara simpática, con una sonrisa enorme que la ilumina. Está en PrEP y asegura estar completamente sano y quiere follarme sin condón "I don't pull out, so you'd have to agree with that", me dice. Yo también estoy con PrEP, y aunque siempre uso además condón, en este caso decido acceder porque me fío de él, los dos tomamos la medicación y quiero vivir la experiencia de ese rabo negro de caballo preñándome hasta lo más hondo. Porque sí, la tiene ENORME y experiencias así hay muy pocas en la vida.

Llega a la habitación y comenzamos a besarnos y acariciarnos. Tiene una piel sedosa, un precioso tono color chocolate con leche y un cuerpo escultural que da gusto acariciarlo. Nos vamos desvistiendo y me arrodillo para bajarle los boxers. Lo que queda al descubierto es tan descomunal que no puedo evitar soltar una risa nerviosa y exclamar un "OMG! IS THIS FOR REAL???!!!" que le hace reir. La polla es gruesa pero sobre todo extremadamente larga (debe medir unos 26 o 27cm así a ojo), curvada y que parece llegarle a medio muslo. Seguro que hay caballos menos dotados que este tío.

Él me coloca a cuatro patas encima de la cama y se lanza a comerme el culo, que le ofrezco en mis jockstraps de putilla para la ocasión. Su lengua debe ser también enorme porque noto como entra a través de mi ojal, follándomelo y mojándomelo entero.

Me pone un poco de lubricante y empieza lo bueno.  Sorprendentemente entra con facilidad en mi culo (bueno, no tanta sorpresa), piel contra piel, pero es demasiado larga y con cada embestida me roza lo que supongo que debe ser la próstata y resulta incómodo. A una polla muy gorda te acostumbras, e igual cuando te meten dos pollas a la vez, que despues del "Ufff..." inicial, pronto te adaptas a tener tanto rabo dentro y disfrutas sintiéndote tan lleno que no quieres que se acabe nunca. Pero cuando la polla es demasiado larga es más complicado adaptarse, porque tu próstata no se va a ir a ninguna parte la pobre, así que lo mejor es encontrar la postura en la que puedas recibirlo mejor sin sentir esos golpes incómodos con cada embestida. Así que vamos probando en diversas posiciones, con Will diciéndome "Don't run, don't move forward, arch your back...".

Me viene a la cabeza una escena de la película "Shame" en la que el protagonista, un adicto al sexo, se folla a una chica de pie delante de la ventana de un hotel, con las tetas de ella brincando con las embestidas por detrás que le va dando el protagonista. La imagen me da morbo y tenemos una bonita ventana de doble hoja desde la que se ve la calle y alguna ventana de otro edificio (estamos en un tercero). Así que le pido que me folle ahí y me coloco de pie agarrado al marco de la ventana, dándole la espalda a Will, que me mete su enorme rabo caballuno a pelo por el ojal y me taladra mientras yo jadeo y fantaseo con que alguien nos está viendo.



Nos tumbamos en la cama de nuevo y me acaricia las piernas (dice que le encantan mis piernas y mi culo y me pregunta si soy futbolista!) y probamos varias posturas hasta que al final me encula de lado y sus embestidas se aceleran conforme llega al orgasmo. Su respiración se entrecorta, gime de placer y pronto noto un calor espeso y pringoso dentro de mí, conforme la lefa va saliendo a borbotones de su cipote negro y me va untando el culo por dentro trallazo a trallazo. Nos quedamos abrazados un momento, él aún dentro de mí, y después se viste y yo voy a limpiarme a fondo el culo para poder recibir al siguiente activo sin restos de lefa dentro de mí.

2º) ?????: 27 años: No recuerdo el nombre. Es joven, con buen cuerpo aunque no fibrado ni musculado como el anterior. Guapo de cara (se parece mucho a cierto instagramer latino muy crujiente que vive en Estocolmo), con una fina barba, pollón y con culazo geométricamente perfecto, redondo y subido hacia arriba. Sabe que me ha follado ya un tío antes y le da morbo ser el segundo. Su rabo es más grueso pero algo menos largo que el anterior. Al entrar te distiende a base de bien, pero rápidamente te adaptas al calibre. El chico me encula en diversas posturas y repetimos el numerito de la ventana. Para acabar, me tumba boca arriba abierto de piernas y me encula a lo misionero hasta correrse dentro del condón, en mi culo. Al correrse abre la boca con sus carnosos labios y pone los ojos en blanco por el placer que siente al vacíar toda su carga en mi culo.

3º) Brandon: 34 años. Llega la tercera BBC de la noche. Viene con una scooter que mete dentro de la habitación del hotel para que no se la roben. No sé ni cómo cabemos los dos y la scooter en tan poco espacio, pero bueno. Brandon lleva una gorra azul, tiene la piel de color café cortado, los ojos ligeramente rasgados, es de estatura media y de cuerpo normal pero atractivo. Es más guapo que en la foto de su perfil aunque menos cachas. Repetimos todo el proceso, incluido el numerito de la ventana y después de un largo rato me tumba boca abajo y se echa sobre mí en cruz. En esa postura continúa usando mi ojal hasta que me avisa que se va a correr. Dice que me ha soltado leche pero no toda la que tenía acumulada, así que continúa enculándome en la misma postura hasta vaciarse del todo.

4º) Troy: 23 años. La cuarta BBC de la noche es Troy, un chico bastante joven y guapo de cara, aunque con sobrepeso, con barriga y algo de tetitas, pero no por ello menos atractivo. Le mamo, me da cachetes en las nalgas, hacemos el numerito de la ventana y me la mete. Llevo tres horas recibiendo rabacos enormes y mi culo está ya todo mojado, tan mojado que chapotea cuando me embiste y sobre todo cuando yo me siento sobre su rabo a cabalgarlo. Troy tiene bastante aguante y estoy casi agotado, pero aguanto como un campeón tumbado boca abajo y con Troy echado sobre mí sin sacarla, hasta que me pregunta dónde quiero la leche y se la pido dentro de mi culo, en el condón.

Después de él tenía otros dos candidatos, también de color, pero estoy agotado y al día siguiente he de madrugar. Me han follado durante más de 3 horas y los cuatro negros se han corrido dentro de mi culo, uno de ellos preñándome. Me gustaría saber qué pensarían los vecinos si alguno me vio a través de la ventana poniendo culo para cuatro tíos distintos en la misma noche. Probablemente pensarían "Maricón con suerte, cómo deben haberle dejado el culo".
Y qué pensaría el recepcionista del hotel conforme viera entrar en mitad de la noche (y salir al rato con cara de relajación) a uno, dos, tres y hasta cuatro chicos afroamericanos. Probablemente pensaría:
"Quién será la zorra culona que se están follando?".
Pues era yo, habitación 415.
Qué puto gustazo, señor recepcionista.

Unos días después, en otra ciudad, voy a un famoso club gay en un edificio con varias plantas y terraza. Está a reventar y hay chicos para todos los gustos. Mi mirada se cruza con la un chico afromericano que va solo. Lleva una gorra y una cazadora vaquera. Nos saludamos y nos tomamos unas bebidas junto a la barra. Pasamos juntos el resto de la noche charlando, fumando porros, besándonos, sobándonos y metiéndonos mano en público. Nos metemos la lengua en todas partes, boca, oreja, cuello. Tiene un fuerte pelo grueso que da gusto acariciar y una piel suave. Me acompaña al hotel, los dos cogidos de la mano por las calles de la ciudad. Es buen tío, realmente simpático y tiene una extraña mezcla entre lo inocente y lo kinky. Cuando se quita la chaqueta vaquera, debajo lleva un chaleco de cuero y un arnés que deja asomar el vello justo en el pecho.
Nos desnudamos y nos tumbamos en la estrecha cama a continuar besándonos. Nos damos lubricante y nos pajeamos el uno al otro. Me pregunta mi rol (pasivo) y él me responde que es activo, así que le paso un condón y me abro de piernas para invitarle a entrar. Lo hace y se echa sobre mí con sus cadenas del cuello colgando mientras yo me agarro a su espalda y su arnés. Me había dicho que estaba muy caliente así que imagino que va a durar poco, y efectivamente, después de unas cuantas embestidas en esa ruidosa cama, me avisa que se va a correr y lo hace dentro de mi culo mientras gime. Nos abrazamos y nos besamos un poco más y luego sale de mí aún empalmado, con el condón puesto y la lefa abultando la punta. Así, con el condón lefado y el arnés de cuero, se mete en el baño. La habitación del hotel es tan pequeña que apenas hay distancia entre la cama y el baño y yo me tumbo a observar su hermoso culazo moreno, con pelo en la zona lumbar pero no en las nalgas, mientras él está de pie en el lavabo.

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