Me dejaron el culo como una piscina de lefa
Me escribe un chico de 25 años. Pelo castaño rojizo, barbita, guapo, con mirada morbosa o de fumado, no sabría decirte, y buen cuerpo. Quiere usar mi culo y preñarme en la escalera de su edificio. Generalmente no hago salidas a domicilio, pero hace mucho que no me follan en un sitio público y me decido a ir. Me abre por el telefonillo y nos encontramos en mitad de las escaleras. Ahí en un descansillo me está esperando con su mirada entre chulo y vicioso. Palpa mi culo y lo soba con sus manos. Me pide primero que le mame para ponérsela dura y me agacho ahí en mitad de las escaleras con su rabo en la boca. Me da la vuelta, me bajo un poco los pantalones liberando mi culazo redondo y depilado, y oigo cómo escupe en su polla y me la clava. Estamos ahí en silencio, intentando no hacer ruido para que no se percaten los vecinos, él se agarra a mis caderas y mete y saca su rabo pelirrojo a pelo de mi culo hasta que en un momento me susurra en el oído que me va a preñar y con unos gemidos sordo