Festival de preñadas

El viernes por la noche, la primera. Un guiri de cincuenta y algo, fibrado, pelo blanco con algo de vello facial. Está en su casa haciéndose una paja y busca un agujero libre donde descargar, así que voy para allá en plan Teleculo, servicio de culo a domicilio. Conforme subo en el ascensor aspiro un poco de popper para sentirme aún más puta. Llego y me abre completamente en pelotas y empalmado. Me indica dónde está el dormitorio, así que me desnudo por completo y me subo encima de la cama a cuatro patas ofreciéndole mi culo redondo, mi depósito para lefas. Se arrodilla y me lo come, pero el tipo está tan caliente que en cuanto me la mete se corre instantáneamente a la primera embestida. Luego sigue follándome unos minutos un poco por vergüenza torera, batiéndome su propia leche, pero por mucho que disimule me he dado cuenta de que se ha corrido nada más cruzar mi puerta trasera. 

Al día siguiente estoy en otra ciudad donde he ido a visitar a unos amigos (algunos de los cuales ya han salido en otras entradas del blog) y aprovecho para poner culo a todo aquel que quiera descargar. El primero en venir es un chico latino tatuado de 30 años, muy mono, aunque ha cambiado radicalmente de look desde la última vez que nos vimos. Ahora lleva el pelo moreno y más corto. Lo que no cambian son sus gustos. Le encanta comer culo y polla y follar en modo misionero. Así que me dejo hacer. Me tumbo boca arriba y me abro de piernas parar él. Su boca y se lengua se alternan entre mi polla y mi raja, y cuando se amorra a mi ojal me lo come con auténtica ansia mientras me mira para ver mi reacción. Yo gimo y le pido que se meta dentro de mí. Obedece y se me sube encima enchufándome su rabo hasta el fondo. Es un chico bastante besucón y zalamero, que todo el rato te va diciendo cosas como "qué rico estás..., estás muy rico...". La última vez que vino no le dejé correrse dentro, pero esta vez cuando me avisa "que me corroooo" yo me abro más de piernas para recibir su lefa y le dejo que me folle hasta que se pone en tensión y su cara se congestiona con los ojos hinchados y la boca semiabierta, vaciando toda su leche de macho latino dentro de mí.

Cuando acaba se queda unos minutos dentro, descansando entre mis piernas abiertas mientras le acaricio el pelo y la nuca. Se viste y se va porque tiene que trabajar y aprovecho para avisar a un conocido que es un cerdo y sé que va a querer batirme la leche. Este tiene 27 años y hablamos regularmente. Es un chico muy morboso y le pone que yo sea tan puta. Cuando le aviso que estoy en la ciudad y preñado, tarda cero coma en presentarse en el apartamento. Le recibo sobre la cama con mi culo lefado en suspensorios mientras busco más tíos en Grindr. Él llega y lo primero que hace  es sobarme el culo con las manos mientras dice "Woaaahh, zorra", "Woaaahhh, cerda". Se baja los pantalones y los calzoncillos hasta los tobillos y me enchufa su rabo tieso, dispuesto a batir la leche del tío anterior. Le enseño en Grindr una foto que me había mandado el latino en la que se ve su abdomen fibrado y moreno cubierto de lefa blanca y espesa después de hacerse una paja, una burrada de lefa. "Esto es lo que me ha dejado dentro", le digo, "¿Notas mi culo cremoso? Pues más cremoso que va a estar cuando acabes". "Woooahh, putaaa", me contesta. Tumbado sobre mi espalda me pide que le enseñe la conversación en Grindr con el latino (o con otros tíos que me hayan follado o que vayan a pasarse después). Continúa dándome rabo por mi ojal, usando como lubricante el semen del tío anterior, y sigue con sus "Woooaaah, wooooah chaval... woahhh me falta poco" mientras aspiramos popper y leemos los mensajes de Grindr que siguen llegando de más tíos que quieren usarme después. Finalmente me anuncia que "Wooooah chaval, joder, te voy a preñar. Wooooah chaval, me voy a correr. Me corro, eh?" y sus "wooooah woooaaAAAAh WOOOOOAAAAAH" aumentan de intensidad a la vez que su follada se vuelve más salvaje conforme sus huevos se vacían dentro de mí y su leche va a parar al fondo de mi depósito mezclándose con la del chico de antes.

El siguiente en venir esa noche es también latino, treintañero. Es tarde y le digo que estoy doblemente preñado y algo cansado, que tendría que ser algo rápido. Él dice que ok. Me quiere follar con condón pero le da morbo que mi culo esté lleno de leche de otros. Lo del polvo rápido, para nada. El polvo dura como hora y pico porque el tipo es súper hablador y le cuesta además correrse. Finalmente no lo hace.

Al día siguiente, el primero (de cinco) en venir es un chico con el que estuve hace tiempo. Entonces era muy joven y, bueno, lo sigue siendo, tiene veintitantos. Es bastante mono, con bigotito y cuerpo robusto. Echamos un buen polvo con besos, mamadas, follándome en varias posiciones... Al final me tiene tumbado abierto de piernas mientras me bombea y finalmente la saca a tiempo para regarme de lefa todo el abdomen.

Cuando se va viene un chico brasileño bastante atractivo, 30 años, guapo, piel bronceada y cuerpo fit. Es un activo dominante que me trata como si fuera poco más que un trozo de carne a su servicio. Me agarra con brusquedad, me azota el culo y me lo taladra como le da la gana. Finalmente me dice que quiere correrse en mi boca, así que me arrodillo y le chupo su rabo tieso hasta que noto el inconfundible sabor de la lefa calentita y espesa llenándome la boca.

El siguiente en venir es un twink de 23 años, con pelo largo recogido en una coleta y un rostro de rasgos andróginos, bastante guapo (aunque no le veo hasta que acaba de follarme, pero ya me había mandado fotos antes y es tal cual). Le recibo a cuatro patas y conforme llega se desnuda y se lanza a besarme el ojal. Lo besa y lo succiona y lo palmea para ponerlo a tono. Coge un condón y me penetra. Me folla así a cuatro patas durante un buen rato, los dos jadeando, los muelles de la cama sonando conforme prosigue su metesaca en mi ojal sin bajar el ritmo hasta que sus jadeos se hacen más intensos y se corre dentro de mi culo inflando el condón. A los dos días me escribe para repetir, pero ya no estoy en la ciudad.

Después se pasa el cuarto de la tarde. A este ya lo conocía de antes, que me folló en casa cuando empezaron a relajarse las medidas de la pandemia. Es un tipo masculino de treinta y pocos, piel bronceada con varios tatuajes. Llega para un polvo rápido, se desnuda y me pide que se la coma mientras aspira popper. Eso hago. Luego me da la vuelta y me coloca sobre la cama, ofreciendo en pompa mi agujero para descargas. Noto su rabo caliente entrando a pelo dentro de mí. Es ya el cuarto de la tarde y entra con toda facilidad. Estamos además super cachondos por el popper y en apenas dos minutos de placa placa placa sus huevos están listos para soltar su contenido. "Me voy a correr" me avisa con su vozarrón grave y de seguido aumenta el volumen de sus jadeos y se agarra a mis caderas para usar mi culo para lo que sirve mi culo, como el lugar donde los machos sueltan sus lefas.

Finalmente el último tío en venir a follarme, el quinto de la noche, es otro conocido. Es un chico negro super fibrado y cañero, con el pelo en pequeñas rastas o trenzas, que me folló un año atrás con una elasticidad digna de un contorsionista y estaba empeñado en preñarme (yo en aquel entonces no quería y finalmente me saqué el rabo del culo en el último segundo cuando estaba a punto de hacerlo). Spoiler: este año no me he sacado el rabo del culo. A él, que está en PrEP como todos los demás que dejo que se corran dentro, le hacía ilusión preñarme y a mí aún más que lo hiciera. Es un buen chico, pollón y muy atractivo. Este año viene con el pelo (todas esas trenzas o rastas) recogido en una especie de moño a lo Marge Simpson que le queda sorprendentemente bien, con un punto exótico. Por lo demás, igual de fibrado y guapo que la otra vez. Lo recibo a cuatro patas ofreciéndole un buen culazo blanco y redondo para preñar. Me lo come y me mete a pelo su pedazo de rabo largo y grueso, enorme. Noto el calor cuando entra dentro de mí y de seguido empieza con una follada rápida y sin descanso, su rabazo de piel oscura frotándose con las paredes de mi ano hasta que llegue el momento de soltar su carga, mi culo chapoteando de lo usado que está ya a estas horas (es el noveno tío que me folla este fin de semana). En su móvil no paran de llegar mensajes, debe ser un chico muy solicitado, pero en ese momento está concentrado en usar mi agujero para sacarse la leche. Placa placa placa su pelvis chocando contra mis nalgas y los muelles de la cama chirriando a la vez, hasta que en un momento dado se para en seco, aspira aire profundamente y siento su rabo de caballo palpitando en mi interior conforme eyacula trallazo tras trallazo, llenándome de leche africana.

Aparte de ese fin de semana tan ajetreado, la verdad es que no he hecho mucho más en las últimas semanas. Puse el culo para un cantante (no famoso, creo) que quería descargar. Fue tal cual, una cosa bastante mecánica y básica. Ponerle el culo a cuatro patas para que me pudiera enchufar la polla y vaciarse. 

Luego también hice un trío con un par de chicos latinos bastante jóvenes y super atractivos. Uno de piel trigueña, moreno con barbita y cejas espesas y un cuerpo espectacular, fibrado y con unos pectorales que dan ganas de medirle el perímetro con la lengua. El otro blanquito y bastante guapo, es latino pero por los rasgos podría ser de cualquier parte de Europa, por ejemplo. Me dicen que los dos son activos (mentira, el blanquito es pasivo, pero hace por donde para cumplir su parte). Les recibo a cuatro patas y se turnan en mi culo. El moreno se recuesta en la cama para que le chupe el rabo mientras su amigo me usa por detrás. Me follan a cuatro patas, en misionero (en esa postura el cuerpo musculado del moreno me parece una cosa imponente), me subo y cabalgo al moreno... luego paramos y charlamos y bebemos un rato. No tenemos prisa, la noche es larga. 

Después de un rato de charla y presentaciones, continuamos con el polvo. El blanquito se tumba boca arriba, yo boca abajo comiéndole la polla y ofreciendo mi culo abierto en suspensorios al moreno, que se monta encima de mi espalda y me encula hasta que anuncia "Me corro, me corroooo" y entre gruñidos y jadeos que deben oírse a 1km de distancia descarga toda su leche dentro de mi culazo. En cuanto sale de mí, sudoroso y con la respiración aún entrecortada, me saco el rabo del blanquito de la boca y le digo "Tu turno". Así que se levanta, rodea la cama y se tumba encima de mi espalda relevando a su amigo. Al meterme la polla debe notar la leche de su colega recién ordeñada, aún caliente. Comienza su metesaca rítmico, entrando y saliendo de mi culo, me imagino su polla resplandeciente untada por la lefa de su guapísimo amigo, mientras me la bate a conciencia. Debo tener la leche de su amigo a punto de nieve, pero este chico (que como ya dije es pasivo) no consigue correrse. 

Paramos y me tumbo para que me la coma. Se le da muy bien, aparte de guapo es un buen mamón, y al rato me tiene tieso, así que le tumbo y le doy la vuelta para poder usar su culo. Es un culo no muy grande pero fibrado y muy apetecible, blanquito con un fino vello castaño. Me echo sobre él y le enchufo mi rabo. Solo quiero usarlo para sacarme la leche, me da igual que disfrute o no, pero por sus gemidos parece que le está gustando. A su amigo también le da igual todo, que después de correrse está sentado a nuestro lado mirando su móvil sin hacernos mucho caso. Finalmente empiezo a notar ese gustillo de que estoy a punto de correrme. No aviso ni pido permiso ni nada, solamente empiezo a jadear y a rellenar ese culito fibroso de crema. Ahí estoy, preñado y preñando. Al acabar nos quedamos aún un rato hablando antes de que se marchen. Con el moreno he estado a punto de volver a quedar, pero aún no ha sido posible porque nunca coincidimos los dos conectados al mismo tiempo. Pero estoy deseando volver a servirle como agujero de descarga.