Retomando la activ...pasividad

1) Vuelve el chico que parece una mezcla entre Mowgli y Johnny Depp. Y cuando él viene, olvídate del reloj. Puede estar follando durante dos horas. Se pone en el sofá a fumarse un porro mientras yo me arrodillo a mamarle. Después me coloca a cuatro patas sobre unos pufs y se lanza a comerme el culo. Una comida de culo eterna, no se cansa,  nunca tiene suficiente, noto sus manos en mis caderas y su lengua entrando hasta la cocina, lamiendo, oliendo, mojando, me tiene abierto solo de imaginar su carita amorrada a mi ojal. Me lame y me azota el culo, una y otra vez. Lo tengo ardiendo. Después me la mete a pelo. Es curioso como la otra vez apenas me metió dos segundos el rabo a pelo y me dijo que él nunca, que qué cosas, y ahora se lanza a follarme sin condón durante un buen rato, dándome caña a tope y se decepciona cuando finalmente le pido que se ponga un condón para que no se me corra dentro. Yo por mi parte acabo corriéndome sobre él, sobre sus piernas y abdomen.

2) Vuelve el chico guapo, el más guapo de todos. Otro que quiere metérmela a pelo porque en otras ocasiones le he dejado, pero esta vez le digo que mejor con condón. Curioso porque al final acabo yo metiéndosela a él a pelo aunque solo sea durante unos segundos. Dice que tengo pollón y mientras le mamo y le pajeo, me pide que le vaya poniendo la puntita en su culo. El está abierto de piernas y me excita tanto verlo, su cuerpo perfecto, fibrado y moreno, su cara gozando y gimiendo que es algo espectacular, que mi puntita cada vez va pidiendo entrar más a dentro y le voy dando estocadas para abrirme paso. Le doy la vuelta y le pongo de pie para metérsela pero está demasiado estrecho y apenas puedo penetrarle.

3) Viene otro chico muy guapo de 33. Ojos grandes, rasgos finos, una media melena color castaño, escasa barbita, bonito cuerpo con varios tatuajes y el vello justo. Llega y se lanza a besarme. No es lo más recomendable este año pero una vez hecho hecho está y su boca es tan suave y húmeda que me vuelve loco notar esa lengua dentro de mí. No es el único sitio donde pone su lengua, porque pronto me da la vuelta y se pone a comerme el culo. Y yo a él la polla. Y más besos.
A cuatro patas, popper, condón y lubricante. Dedo y después polla. Estamos sudando por el calor y el bombeando dentro de mí, con su pelvis chocando cada vez más rápido contra mi culo. Vamos cambiando posiciones. Se tumba encima de mí. Noto su pelo largo sobre mi nuca y su respiración jadeante. Luego se tumba él y yo me subo a cabalgarle, admirando el espectáculo de su cuerpo velludo sudoroso. Aún en esa postura, él se incorpora sin bajarme yo de su rabo y seguimos así, abrazados, jadeando y sudando, mis manos enredadas en su pelo y mi culo acoplado a su rabo, restregándonos, frotándonos, casi fundiéndonos en uno. Ojalá estar así toda la noche, y lo que queda de año. No veo nada más y no siento nada más que a él, que me penetra y me rodea, está dentro de mí y alrededor de mí al mismo tiempo. Finalmente volvemos a la posición inicial a cuatro patas y continúa follándome así hasta que anuncia que va a correrse. Le digo que cuando quiera y pronto sus trallazos de lefa disparan dentro mí acumulándose en el condón. Mi culo ha descargado a otro chico guapo.

4) Me escribe un tipo con el que estuve hace tiempo para pasarse a usarme. Ya escribí sobre él por aquí. 28 años, con cara muy agradable. Es tímido pero ha perdido algo de la timidez respecto a la última vez. Se planta de pie mientras yo de rodillas se la como y luego me coloca al borde de la cama para clavármela. Estamos un rato más hasta que se echa tumbado sobre mi espalda y sin sacarla comienza a gemir fuerte mientras vacía sus huevos dentro del condón y de mí. Recuerdo que la otra  vez que estuve con él, al rato me escribió otro chico que se pasó a hacerse una paja en mi culo. Esta vez la historia se repite. Me escribe un chaval rubio de 27 años, rasgos finos y morenito de playa. Debe estar cachondísimo porque me escribe insistentemente por todas las aplicaciones. Le digo que ok, que se pase a usarme. Llega y está desbocado. Me coloca en el suelo y me la mete a través de mi jockstraps de rejilla. Noto sus huevos redondos cargados de lefa rozando una y otra vez contra la tela de la redecilla y golpeándome las nalgas, como diciendo "déjanos descargar, te traemos toda esta leche para ti". No tarda en hacerlo y se corre dentro del condón y de mí, el segundo esa noche. El chico se va sonriente y satisfecho, llevaba los huevos a reventar y le he ayudado. Me escribe un tercer tío que siente morbo por follarse un culo ya usado esa noche. Llega y es un latino bajito pero fibrado, con muchos tatuajes y la cara tapada. Quiere follarme bruscamente, violándome con sus dedos, me hace chuparle su polla (muy pequeña) y se pone un condón para metérmela sin que estuviera aún dura. La cosa no le funciona y se quita el condón para metérmela a pelo, a ver si así. Tampoco le funciona y frustrado se levanta, se sube los pantalones cortos y se larga sin decir ni adiós.

5) Llega un tipo, no muy alto, es delgado y con moreno de playa, con algo de vello facial. Se sienta y se baja los pantalones cortos para que se la coma. Lleva la polla rasurada y su piel está fresquita y limpia. Me arrodillo a comérmela mientras él me pide que se la chupe como un calippo. "Toma calippo, te gusta mi calippo??". Me gusta su calippo y me pongo a cuatro patas para ofrecerle donde meterlo. Entra fácil sin lubricante ni condón, pero le digo que no va a follarme a pelo, así que la saca y se dedica a comerme el ojal con su lengua y restregándome su barba de tres días en mi agujero para excitarme.

6) Llevo toda la noche con las apps encendidas y nadie se ha pasado. Todos los que escriben son "para otro momento" o se encuentran a kilómetros de distancia. Estoy a punto de hacerme una paja y acostarme, algo fastidiado porque me he preparado el culo para nada. Tengo un culazo estupendo y me parece un desperdicio que nadie lo use. Así que decido ofrecérselo a cualquiera,  al primero que pase, que al menos alguien le de una utilidad y pueda correrse en un agujero caliente esta noche. Y voy y le escribo a la primera persona sin foto que veo en los alrededores.
Él es un tipo latino de cuarenta y tantos que dice que va por la calle, apenas a 50 metros de mi casa. Le digo que si va caliente que use mi culo. Acepta encantado. Llega en un santiamén y se quita la ropa rápidamente mientras me mete mano por el ojal. Me pone a cuatro patas, se pone un condón y me la clava mientras me dice "qué rico, qué culito rico". Me tumba y se me echa encima, huele a cerveza y sudor pero no me importa, se nota que está disfrutando dentro de mí. Me la mete de lado, me la clava en el sofá, de pie contra la librería, otra vez en el suelo sobre unos cojines. No la saca ni para respirar. Parece que pretende estar toda la noche dentro de mi culo. Cuando ya parece evidente que por el alcohol no va a se capaz de correrse, lo dejamos pero se va tan satisfecho.

7) Otro latino cuarentón, con ojos saltones y por la foto me ha parecido algo bizco, aunque en persona no me lo parece. Le he dicho que le pongo el culo para algo rápido y así hacemos. Llevo una pieza de lencería de rejilla rota, rasgada para que mi culazo sea accesible a través de ella. Le excita y se pone a comerme el ojal mientras gimo. Me la mete a cuatro patas y luego tumbado encima de mí. Cuando se corre, comienza a sacudirse como si  le estuvieran dando descargas eléctricas y sigue así durante un buen rato, por lo menos un minuto, con las sacudidas cada vez más espaciadas en el tiempo. Nunca había visto a nadie correrse de esa manera y me pregunto cuánta lefa estará eyaculando en mi culo y si el condón será capaz de soportar algo así sin romperse y llenarme hasta las trancas.



8) Me escribe un chico de 21 años, hetero o bi según él. Solo ha follado con tías hasta ahora pero lleva tiempo fantaseando con follarse un culo de tío. Pide discreción, total discreción. Luz tenue y un culo a cuatro patas. Me gusta la idea así que nos pasamos la noche chatendo hasta que viene a la casa. Es de estatura media y fibrado, moreno de piel. Lleva la cara cubierta pero apenas le miro porque yo solo soy un agujero. Se arrodilla detrás de mí y me acaricia las nalgas mientras se la menea para ponérsela dura. Le cuesta un poco porque está nervioso, su primer culo, y además ha bebido algo. Finalmente le ayudo con mi boca y cuando ya se ha puesto lo suficientemente duro me la mete allí mismo en el suelo, delante del sofá. Después me coloca aún más en pompa, para montarme en postura de perrito. Su rabo entra con facilidad y le escucho acelerar la respiración y las embestidas conforme coge las confianzas. Será su primer culo pero a fin de cuentas un agujero es un agujero.

9) Ofrezco por el chat mi culo de perra para ser montado y me escribe un tío que dice tener 59 años, lo que debe significar que tiene cerca de 65, ya sabemos cómo funcionan estas cosas. Me pregunta si me parece bien su edad y descripción física y yo le contesto con un escueto "Acaso las perras eligen a los perros que las montan?". A él le encanta la respuesta. Le envío un par de fotos de mi culazo redondo depilado en suspensorios y me responde un entusiasta "Qué buen coño!".  Con eso ya me ha convencido así que le invito a venir y le recibo a cuatro patas, con el culo levantado y bien lubricado mientras me meto los dedos y me toqueteo el ojal. Llega y aunque no puedo verle lo noto muy excitado. Comienza a darme nalgadas y a tocarme mientras se admira "Qué buen coño tienes, perra!", agarra un condón y me le mete. Estamos así un rato, yo a cuatro patas y él detrás gritando "PERRA! QUÉ COÑO TIENES! CÓMO DISFRUTAS, PUTA!" y le tengo que pedir que baje un poco la voz porque debe tener ojipláticos a los vecinos. Me tumba boca arriba abierto de piernas y puedo verle. Efectivamente el tío tiene más de 60 años. Es regordete, con pelo blanco, cara congestionada por el esfuerzo de montar perras y algo de papada. Se le ve disfrutar enormemente de mi agujero, mientras se mete los dedos de mis pies en la boca y me taladra. Yo sonrío lascivamente, porque soy esa clase de puta que se deja montar por cualquiera y gratis. Al poco anuncia que está para correrse y le doy vía libre. Continúa bombeando y su cara se congestiona aún más con la corrida, mientras gime y jadea a pleno pulmón, montando un escándalo que si los vecinos no se habían escandalizado antes lo habrán hecho ahora. Este coño de primera acaba de deslefar a un abuelo cachondo. 

10) 22 años., muy mono. Pequeñito pero potente. Con esa edad sus huevos están permanentemente llenos y puede correrse varias veces en poco tiempo. No se cansa ni se aburre y tengo la ocasión de comprobarlo. La primera vez se corre dentro de mí en el condón. La segunda me folla un rato a pelo y tengo que pararlo cuando veo que tiene intención de descargar. Me siento en su cara. Creo que mi culazo es más grande que su carita. Lo siento lamer como un perrito sacándole brillo a mi ojal.

Comentarios

Entradas populares