Al salir de clase, vente a descargar

 Sin comerlo ni beberlo me he convertido en el agujero de descarga al salir de clase para un chaval guapísimo de 23 años. 

Vino por primera vez hace un par de meses y lo recibí a cuatro patas. Conforme llegó me la metió a pelo, sin lubricante ni necesidad de meneársela, venía ya tieso el tío. Notaba el calor de su polla sin condón en mi interior y la firmeza de su cuerpo fibrado chocando contra mi culazo a cuatro patas. Me giré para decirle que no fuera a correrse dentro, aunque los dos estamos en PrEP, y me quedé sin habla de lo guapo que era. Ya había visto fotos suyas, con unos rasgos finos, casi andróginos pero a la vez con una mandíbula bien definida y masculina. En las fotos llevaba septum en su nariz absolutamente perfecta, pero ese día no. Y si en las fotos ya tenía un rostro angelical, en persona era de una belleza casi insoportable. Iba aún semivestido, con cazadora vaquera, pero podía ver algunos tatuajes y sus abdominales marcados asomando por debajo de su camiseta mientras su rabo se perdía una y otra vez dentro de mi ojal. Era un espectáculo verle y mirarle a los ojos mientras notaba cómo seguía dándome polla caliente, piel con piel. 

Aquel día no se corrió, pero al tiempo volvió otra vez porque quería pajearse viendo cómo me follaban. Llegó y se sentó en el sofá, bebiendo agua y meneándosela, algo bajito pero terriblemente atractivo y con una voz dulce. Me pidió que se la chupara mientras llegaba el otro tío, pero al poco de empezar a mamarle tocaron al timbre. El otro tenía 26 años, era mono, de cuerpo grande y con bigote, aunque al principio no pude verlo porque yo estaba a cuatro patas. Oí sus pasos y noté su mano en mi culo, me pidió lubricante (como si me hiciera falta!) se puso un condón y me la metió. Me folló a cuatro patas mientras el guapo se masturbaba como un voyeur desde el sofá, para luego cambiar de perspectiva y ponerse detrás de nosotros en el suelo, tumbado creo. Le notaba tocarnos los genitales con sus dedos mientras el rabo del activo se perdía en mi culo. También me tocaba los pies. 

El activo se veía un poco cohibido y no estaba del todo duro. Probamos en el sofá, yo cabalgándole. Me subí encima y me abrí bien las nalgas para que el guapo, que estaba detrás de nosotros, no se perdiera detalle de mi ojal mientras hacía el truco de magia de hacer desaparecer dentro de mí el rabo del bigotes, una y otra vez, una y otra vez, brincando como una buena puta. Luego el activo me puso de nuevo a cuatro patas, pero cuando vio que no iba a poder correrse paramos. Quien sí se había corrido era el guapo, a golpe de paja. "Te ha follado bien, no?" me dijo y luego se despidió con un "Hasta luego, chulo". 

No tenía claro si iba a volver o no, pero a los cuatro días me escribió por la tarde. Estaba en clase y salía a las 20:30. Quería mi culo a cuatro patas ya lubricado para llegar, meterla y preñarlo. Sus deseos son órdenes así que a las 20:25 estaba yo a cuatro patas con el culo listo para ser usado. Tocó el timbre, subió y oí como dejaba su mochila en el suelo y se bajaba los pantalones a media pierna. No necesitó que se la chupara ni siquiera menearsela. Toda para dentro, a pelo. Notaba sus manos pequeñas sobre mi cintura, sus sacudidas, el ruido de su cinturón o de los vaqueros o lo que sea. Le había preparado a mi lado popper por si quería utilizarlo y lo oía aspirar y acelerar el ritmo de sus embestidas hasta vaciarse dentro. 

Conforme acabó se subió los pantalones y se largó sin decir ni media, pero al día siguiente a la misma hora me volvió a escribir. Quería usar de nuevo mi agujero. Aquel día no me era posible, pero al siguiente día volvió a escribir y volvimos a repetir la operación. Yo a cuatro patas, lubricado. Él sale de clase y sube a mi piso a enchufármela y descargar los huevos. Ese día tardó algo más en acabar y acabó tumbado sobre mí gimiendo y agarrándose a mi cuerpo mientras vaciaba toda la leche del día en mi interior.

El fin de semana no tiene clase, pero al lunes siguiente nuevo mensaje. Quiere culo lubricado a cuatro patas. 20:30. Tiene una regularidad descargando que ríete tú del All Bran. Y ahí estoy yo para cubrir sus necesidades. Está claro que él solo me ve como un agujero de descarga, un culo fácil donde meterla en caliente y cubrir sus necesidades fisiológicas. Y mira, yo encantado, para eso estoy. Seguro que llega a su casa más relajado después de haberme usado y rellenado de lefa.



Comentarios

  1. Que sana envidia me has dado, jeje ;-) ... Algo así necesitaría yo. Llegar, que se sirvan, y aire. O llegar yo, servir y hasta otra. Sin más complicaciones.

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    1. La verdad es que pocas cosas hay que den más morbo que un activo que te trata como si no fueses más que un agujero. Hay otro chico de la misma edad, unos 22 o 23, que se pasa por mi casa a lo mismo, cuando no consigue ligar por Grindr o el tío que le gusta le da largas. Llega, me usa con rabia y conforme descarga se sube los pantalones y adiós muy buenas.

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  2. Brutal, me gusta mucho tu estilo directo, este chaval del que hablas tiene morbazo... tienes un nuevo seguidor a partir de ya. Un saludo y a seguir 😈

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