Enculado de pie contra la pared

Quedé para cenar con un tipo que conocí. En realidad la cosa fue mucho más básica. Me compró un trozo de pizza y yo le puse el culo para que soltara lefa. De pie contra la pared. El tío ni siquiera me gustaba y yo ni siquiera tenía hambre, pero me hizo sentir muy puta poner el culo por una porción de pizza.

Después pasé unos días sin follar y finalmente el sábado fui al club. Al poco de llegar, me puse a charlar con un chaval bajito y simpático, pero pasivo. Como estábamos calientes de ver como se follaban entre varios a un tío bastante cañón, le propuse que se pusiera a cuatro patas para usar su culo un rato.
Me lo enculé allí en medio de una habitación y pronto un segundo pasivo se colocó a su lado, también a cuatro patas, esperando acción. Acabé alternando entre un culo y el otro, dándoles caña.

Me di una vuelta con mi cerveza y abajo vi a un chico latino, fornido y guapo, con el pelo teñido de rubio solo arriba. Estaba enculando de pie a un tipo algo calvito, contra una pared de madera. Al verme comenzó a sobarme sin sacar su rabo del culo del calvo y luego le dijo al otro que se largara y me colocó a mí en su lugar. La pared de madera tenía dos orificios para meter las manos y agarrarte mientras te enculan por detrás. Y así hice. El chico latino me dio buena caña por el culo, allí los dos de pie. Solo podía ver la pared de madera pero le oía gruñir mientras me follaba y me daba cachetes en las nalgas y eso me ponía a mil.

Arriba, al rato, me cruzo con dos tíos. No sé si son pareja o son amigos. Se parecen físicamente, solo que uno es joven (delgado y con rasgos finos, un poco a lo actor de Bel Ami) y el otro es mayor. Podrían pasar por padre e hijo, por fantasear que no quede. Nos acariciamos y me agacho a mamarlos, por turnos y a la vez, las dos pollas juntas en mi boca al mismo tiempo. Primero fláccidas, después morcillonas, después duras. Hay más gente que se acerca y quiere mi boca. El papi se agobia y se va, pero el hijo se queda y se pone un condón que le ofrezco. Me doy la vuelta y me encula allí mismo de pie, delante de todo el mundo. Es jovencito pero sabe lo que hace y tiene una polla dura que me taladra con insistencia.

Descanso un rato y me encuentro a un turista brasileño, con pelo y barba canosos, atractivo aunque con cara de mala hostia. Nos sobamos, abrazamos y besuqueamos por todo el cuerpo. Nos tumbamos frotándonos en una especie de litera inferior, pero el sitio es incómodo y poco práctico, así que nos vamos a un diván en una habitación contigua y allí yo me tumbo sobre mi espalda, abierto completamente de piernas, invitándolo a entrar dentro de mí, que no se diga que no somos hospitalarios con los turistas. Él acepta la invitación y se me mete dentro, metesaca metesaca en mi culo que chorrea lubricante. Luego se tumba él y me pongo a cuatro patas mamándole. Un par de tíos se acercan a nuestro lado, uno es un osote con unos huevazos enormes que le palpo y le sopeso con la mano. Al otro no lo veo bien, porque se coloca detrás de mí a acariciarme el culo, culo follado ya por tres esa noche.

Continúo a lo mío, mamando al brasileño. Al rato se pone a hacerse una paja con intención de correrse, así que le meto un dedo por el culo y se lo retuerzo dentro a base de bien hasta hacerlo gemir y que su polla se convierta en un geiser de lefa.

No ha estado mal la noche. Cinco tíos, dos pasivos y tres activos, pero las ha habido mejores.

Comentarios

Entradas populares