Semana de vacaciones con 7 tíos y doble penetración
Es la primera vez que voy a la sauna. Supongo que no está mal para ser de una ciudad no excesivamente grande. Es sábado por la tarde y debe haber unos diez tíos, la mayoría mayores y no exactamente mi tipo. Me siento en la sala de video y me saco la polla de la toalla, haciéndome una paja lenta para ponérmela dura. Un tipo a mi lado se agacha a comérmela un rato pero no me motiva demasiado y al poco decido vestirme e irme.
En la puerta, ya vestido, el encargado me ve y me pregunta que por qué me voy tan pronto, que qué pena. La conversación dura poco porque me pasa a una pequeña trastienda o diminuto almacén detrás de su ventanilla de recepción, con varias lavadoras haciendo ruido mientras todas esas toallas blancas dan vueltas en el tambor. Ahí me arrodillo y se la chupo y luego me bajo los pantalones ofreciéndole el culo para que me la clave, aunque tenemos que parar cada dos por tres porque llegan clientes y él tiene que salir a atenderlos.
Tres días después, estoy en el apartamento en el que me hospedo. Viene a verme un hetero armarizado que él en sí mismo ya es un armario. Rapado, mandíbula cuadrada, cuerpo de jugador de rugby y voz de animal. Me excito nada más verle y le mamo y pongo el culo como merece. Él se corre dentro de mí entre gruñidos de orangután y cuando se marcha me ha puesto cachondo como para recibir a más tíos.
Los siguientes son una pareja de amigos de treinta y pocos. Primero llega uno, es mono, algo pálido, con cuerpo grande sin estar gordo. Se la chupo y me come el culo a conciencia. Pero a conciencia, no despega su cara de mi raja y lo siento darme lametones y meterme la lengua por el ojal. Me ha puesto bien mojado y lo siguiente que hace es encularme un poco mientras hacemos tiempo para que llegue su amigo. Al poco tiempo llega; muy fibrado, sin un gramo de grasa, de cara delgada y con perilla. Y pollón.
Los dos amigos se turnan en mi culo. Mientras uno me monta por detrás, el otro me besa y me da rabo por la boca. Noto sus dos pollas tiesas bien calientes taladrándome por boca y culo a la vez, mis dos agujeros bien rellenos. Estamos de rodillas sobre la cama y yo me voy dando la vuelta alternativamente para que puedan usar mi culo ambos.
Estoy disfrutando mucho y, como mi ojal está bien dilatado porque entre unos y otros llevan follándome non stop desde las 14:30 (y deben ser las 17), les pido que me metan las dos pollas a la vez por el culo. Qué campeón, me contesta el chico fibrado del pollón.
Me unto bien de lubricante (como si me hiciera falta), un poco de poppers, y me monto metiéndome el primer rabo, el del chico blanquito que está tumbado en la cama. Acto seguido me inclino ofreciendo el culo al fibrado pollón y él me la introduce sin ningún problema, así de dilatado estoy. Qué campeón, le oigo que repite, y comienza a bombear dentro de mi culo junto a la polla de su amigo.
Estoy gozando como una puta perra con esos dos rabos dentro de mi culo a la vez. Me siento lleno y feliz y les digo entre risas "Ahora solo me falta otra polla en la boca". Qué campeón, es lo que obtengo por respuesta.
Al chico de abajo se le sale la polla de mi culo y el fibrado pollón continúa montándome en plan perrito hasta correrse dentro de mí. Va al baño a lavarse y luego vuelve con la polla limpia para que se la lamamos. La tengo en mi boca mientras su amigo acaba también dentro de mi culo, en posición misionero.
Por ese día he tenido suficiente. Al día siguiente regresa para repetir el rapado de los gruñidos, que esta vez se corre sobre mis nalgas, una buena ducha de lefa calentita. Me la limpio y recibo al siguiente, un chico bajito y con perilla al que pido que me monte en plan perrito, como un perro a su perra, y él lo hace pero la situación le excita tanto que rápidamente se corre dentro de mi culo. Se disculpa y se va. Yo me dedico a preparar la comida cuando me escribe otro tío más que quiere pasarse a usar mi culo.
Dudo si aceptar, porque estoy cansado y tengo poco tiempo, pero el tío ya se ha puesto en camino y no es cuestión dejarlo sin que pueda descargar. Le abro la puerta y resulta ser mucho más guapo que en las fotos. Latino, alto y fibrado, con pelo largo recogido en moño, una fina barbita y rasgos faciales delicados. Echamos un polvo intenso y de calidad. En un momento dado, se saca el condón y me la vuelve a meter para acabar dentro de mí y preñarme. Aunque me da morbo, no se lo permito y acabo corriéndome yo, bien abierto de piernas como la puta tragarrabos que soy, mientras él me bombea sin parar.
En la puerta, ya vestido, el encargado me ve y me pregunta que por qué me voy tan pronto, que qué pena. La conversación dura poco porque me pasa a una pequeña trastienda o diminuto almacén detrás de su ventanilla de recepción, con varias lavadoras haciendo ruido mientras todas esas toallas blancas dan vueltas en el tambor. Ahí me arrodillo y se la chupo y luego me bajo los pantalones ofreciéndole el culo para que me la clave, aunque tenemos que parar cada dos por tres porque llegan clientes y él tiene que salir a atenderlos.
Tres días después, estoy en el apartamento en el que me hospedo. Viene a verme un hetero armarizado que él en sí mismo ya es un armario. Rapado, mandíbula cuadrada, cuerpo de jugador de rugby y voz de animal. Me excito nada más verle y le mamo y pongo el culo como merece. Él se corre dentro de mí entre gruñidos de orangután y cuando se marcha me ha puesto cachondo como para recibir a más tíos.
Los siguientes son una pareja de amigos de treinta y pocos. Primero llega uno, es mono, algo pálido, con cuerpo grande sin estar gordo. Se la chupo y me come el culo a conciencia. Pero a conciencia, no despega su cara de mi raja y lo siento darme lametones y meterme la lengua por el ojal. Me ha puesto bien mojado y lo siguiente que hace es encularme un poco mientras hacemos tiempo para que llegue su amigo. Al poco tiempo llega; muy fibrado, sin un gramo de grasa, de cara delgada y con perilla. Y pollón.
Los dos amigos se turnan en mi culo. Mientras uno me monta por detrás, el otro me besa y me da rabo por la boca. Noto sus dos pollas tiesas bien calientes taladrándome por boca y culo a la vez, mis dos agujeros bien rellenos. Estamos de rodillas sobre la cama y yo me voy dando la vuelta alternativamente para que puedan usar mi culo ambos.
Estoy disfrutando mucho y, como mi ojal está bien dilatado porque entre unos y otros llevan follándome non stop desde las 14:30 (y deben ser las 17), les pido que me metan las dos pollas a la vez por el culo. Qué campeón, me contesta el chico fibrado del pollón.
Me unto bien de lubricante (como si me hiciera falta), un poco de poppers, y me monto metiéndome el primer rabo, el del chico blanquito que está tumbado en la cama. Acto seguido me inclino ofreciendo el culo al fibrado pollón y él me la introduce sin ningún problema, así de dilatado estoy. Qué campeón, le oigo que repite, y comienza a bombear dentro de mi culo junto a la polla de su amigo.
Estoy gozando como una puta perra con esos dos rabos dentro de mi culo a la vez. Me siento lleno y feliz y les digo entre risas "Ahora solo me falta otra polla en la boca". Qué campeón, es lo que obtengo por respuesta.
Al chico de abajo se le sale la polla de mi culo y el fibrado pollón continúa montándome en plan perrito hasta correrse dentro de mí. Va al baño a lavarse y luego vuelve con la polla limpia para que se la lamamos. La tengo en mi boca mientras su amigo acaba también dentro de mi culo, en posición misionero.
Por ese día he tenido suficiente. Al día siguiente regresa para repetir el rapado de los gruñidos, que esta vez se corre sobre mis nalgas, una buena ducha de lefa calentita. Me la limpio y recibo al siguiente, un chico bajito y con perilla al que pido que me monte en plan perrito, como un perro a su perra, y él lo hace pero la situación le excita tanto que rápidamente se corre dentro de mi culo. Se disculpa y se va. Yo me dedico a preparar la comida cuando me escribe otro tío más que quiere pasarse a usar mi culo.
Dudo si aceptar, porque estoy cansado y tengo poco tiempo, pero el tío ya se ha puesto en camino y no es cuestión dejarlo sin que pueda descargar. Le abro la puerta y resulta ser mucho más guapo que en las fotos. Latino, alto y fibrado, con pelo largo recogido en moño, una fina barbita y rasgos faciales delicados. Echamos un polvo intenso y de calidad. En un momento dado, se saca el condón y me la vuelve a meter para acabar dentro de mí y preñarme. Aunque me da morbo, no se lo permito y acabo corriéndome yo, bien abierto de piernas como la puta tragarrabos que soy, mientras él me bombea sin parar.
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