Un cubano usa mi culo mientras su pareja prepara la cena de Nochevieja


Nochevieja. Salgo por la tarde antes de la cena para ejercitar un poco. En realidad esa es la excusa que pongo a mi familia, porque en cuanto piso la calle enciendo las apps de buscar rabos.

A escasos 100 metros me aparece conectada una pareja de rabos de cuarenta y poco. Les entro, nos mandamos unas fotos y nos gustamos, pero me dicen que no buscan para ese momento. Sigo buscando y me vuelven a escribir cuando no han pasado ni dos minutos. Me dicen que se lo han pensado mejor y que me pase a poner culo.

Estoy bastante cachondo así que en medio nanosegundo estoy en su casa con el culo haciendo palmas. Me reciben en penumbra, con un CD de música sexy ambiental y un calefactor que hace que el salon esté un par de grados más caliente que el infierno. Los dos están medio en bolas, únicamente con camiseta pero nada de cintura para abajo. También me recibe su perro, que busca con entusiasmo mi pierna pero no mi culo, demostrando muy poco criterio, francamente. Tampoco me quejo, el culo lo reservo para sus dueños, no seais malpensados.

Le dedico un escueto ‘hola’ al que me ha abierto la apuerta y me arrodillo directamente a mamarle, pero me indica que quien me va a usar es su pareja, así que me incorporo y me arrodillo delante del otro. Tiene la picha floja pero enseguida comienzo a mamarle a conciencia y noto como se va poniendo dura dentro de mi boca.

Nos desnudamos. En la penumbra no puedo distinguir a cual de los dos tíos de la foto que me mandaron estoy mamando, pero me da igual. Mi activo se ve un tipo normalete, rapado, con dad-bod y polla estándar. Tiene unos buenos huevacos, así que alterno entre sacarle brillo al rabo y hundir mi cara en el saco de sus cojones, olfateándolo y lamiendolo como una perra.

Seguimos así un rato mientras el otro tío se dedica a sus quehaceres por el salón y la habitación contigua, preparándose para la última noche del año, y el perro se dedica a dar por culo, metafóricamente hablando. Un poco de gagging, un pajeo en mi mejilla y me dirige por fin sus primeras palabras:
 “Quiero metértela en tu culito”. Por el acento parece cubano.

Me pongo en pie, me unto el ojal de lubricante, le paso un condón (nunca salgas de casa sin condón y lubricante, no sabes cuando te encontrarás un activo con un calentón) y me pongo a cuatro patas en una chaise-longue, con la espalda arqueada. Él me baja la espalda para que quede con el culo en pompa y me penetra así. Me entra fácil y empieza a encularme a su ritmo, mientras su pareja y el perro continúan a su bola, como si el otro no estuviera usando el culo de un desconocido delante de sus narices. Un par de minutos después para y me dice que se ha corrido en mi culo, lechita de cubano para mí, para acabar el año como un campeón.

Le pregunto si quieren que le saque también la lefa a su compañero, pero el otro, también cubano ahora que lo escucho hablar, sigue en sus cosas y no parece tener muchas ganas de descargar en ese momento, así que me visto, me enjuago la boca en el baño para que no me huela a polla cuando vuelva con mi familia, me peino (porque bonito me ha dejado el pelo de tironearme mientras me follaba la boca) y les deseo feliz año. También a todo aquel que lea esto, si es que tengo algún lector :)

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