Un negro enmascarado abusa de mi ojal
Es esa hora en la que es ya no sabes si llamarlo sábado por la noche o domingo por la mañana, y estoy a punto de acostarme cuando me escribe por Grindr un chico negro, latino, de veintipocos probablemente, con un cuerpo extremadamente atlético marcando abdominales. No enseña cara ni la pide, porque lo que quiere es usarme anónimamente, enmascarado. Le paso la dirección y me pongo a cuatro patas sacando culo esperando a que llegue. Cuando está a punto de llegar me escribe para decirme que está sudado, que mejor para mí porque viene oliendo a macho y eso que me llevo. Cuando llega emite un sonido de aprobación al ver mi culazo a cuatro patas dispuesto a ser violado. Llega, se baja los pantalones de chándal y se deja puesta una sudadera con capucha. Su cara está completamente cubierta por una especie de malla por lo que es imposible verle los rasgos. Sus piernas son oscuras y atléticas, de deportista y tiene un pollonaco duro que me susurra con voz gutural que se lo coma. ...