Dos heteros con novia usan mi culo

Si la historia del negro follándome en público parecía más una fantasía gay que una historia real (juro que me pellizqué luego para asegurarme de que había sido verdad), lo del sábado pareció otra tópica fantasía gay escrita por un mal guionista porno. Pero todo fue verdad.

SÁBADO

Me entra por la app un hetero con novia (con más de una, pero a la oficial se la ha follado esa misma tarde), guapo a rabiar (de esos que duele mirarlos, que habría que hacerlo a través de una radiografía para no cegarse, como quien mira un eclipse de sol), barba de cuatro o cinco días, cachas, dominante y pollon XXL que según él rompe los condones de puro gorda que la tiene (tengo el honor de comprobarlo después).

Me cuenta que es hetero, pero que de vez en cuando le gusta follarse a un tío, uno con culazo, y esa noche de sábado ha estado bebiendo y de repente ha visto el mío en mi perfil y quiere venir a usarlo. A saco. Y reventarme.  Le cuento que estoy con PrEP pero que siempre uso condón. Él me dice que genial, que así podrá darme caña todo lo fuerte que quiera sin miedo a que se rompa el condón. Mi culo brinca con ese comentario.

Nos intercambiamos más fotos (las suficientes como para ponerme taquicárdico) y al rato llega, bebido pero no borracho. En persona es tan guapo como en las fotos pero con una diferencia, tiene algo más de barba y la polla es el doble de gorda. Casi me pongo a hacer palmas al verla, pero me contengo para no dar un espectáculo lamentable, que aún me queda algo de dignidad.

Bebe un vaso de agua, se quita la ropa y me enseña un rabo enorme con un capullo insultantemente gordo, que yo me arrodillo a sacarle brillo. Me hace gagging mientras me agarro a sus piernacas de futbolista como columnas y olfateo sus huevos que huelen a sexo, después de haberse follado a su novia esa tarde y haber estado de fiesta hasta altas horas de la madrugada.

Me pone a cuatro patas y me come el culo, noto su vello facial restregándose en mi ojal. Me mete dedos y después se pone un condón, con bastantes problemas por el grosor de su capullo, y trata de encularme. Mira que estoy entrenado, pero ESO a duras penas cabe.

Se tumba y me siento sobre él para que entre mejor, primero de frente y luego de espaldas para que pueda ver el rabo entrando y saliendo de mi culo conforme lo cabalgo. Al cabo de un rato, ESO ya entra y sale como la seda. Probamos todas las posturas típicas (cuatro patas, perrito, de lado, misionero mientras me besa). Se va envalentonando y comienza a embestirme a saco.

Estamos en un colchón en el suelo para no hacer ruido de muelles a los vecinos y que pueda joderme el culo todo lo fuerte que le dé la gana sin romper la cama. La cama no la rompe pero sí el condón, y antes de cambiarlo por otro hacemos un improvisado pseudo69 con su polla en mi boca y sus dedos entrando y saliendo de mi culo. Me da caña a lo bruto un rato más, mi culo como el túnel de una autopista y mi boca jadeando y pidiendo más. Finalmente la saca y me pide que abra la boca para pajearse en ella. Lo escucho gemir e inmediatamente empiezan a llegarme trallazos de lefa calentita a toda mi boca, mi lengua y mi barba, que relamo con gula y después le limpio el capullo a conciencia.

Al acabar dice que le he curado la resaca. Yo a ti te curaba lo que quisieras.


DOMINGO


Sobremesa. Me entra el segundo hetero en menos de 24 horas. También quiere mi culo. La heterosexualidad ya no es lo que era.

Este tiene 27 años, moreno, alto y de cuerpo grande a lo jugador de rugby. Es guapo aunque nada comparable al de la noche anterior y su polla es tamaño estándar, no la burrada del otro.

Me arrodillo a mamarle tragándomela entera hasta los huevos, mientras oigo su aprobación y guía mi mano a sus nalgas para que juegue a la vez con su culo. Ya tumbados, le sigo mamando un rato hasta que me da la vuelta para clavármela. Le digo que se ponga condón y así hace. Entra dentro de mí y yo gimo, aunque después de lo de la noche anterior esto son cosquillas y el tío se mueve sin demasiada soltura.

No tiene apenas experiencia con tíos, así que lo tumbo y le digo que me deje hacer a mí. Me siento de espaldas a él para que pueda ver el show de su rabo en mi culo. Primero lo cabalgo lento, después voy aumentado el ritmo y finalmente me pongo a saltar con el culo tragando polla hasta que le oigo decir "Para que me voyyyyy!!" y evidentemente yo no paro, porque mi culo es así de tragón y egoísta y quiere sacar toda la lefa él solito. Lo oigo jadear y correrse y cuando calculo que ya le he sacado hasta la última gota, paro y retiro mi culo para dejarlo libre y que pueda levantarse e irse. Alguna tía lo estará esperando.



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